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A la hora de instalar un punto de recarga para vehículos eléctricos en nuestro domicilio, es importante tener en cuenta ciertos factores que determinan las características del punto y su instalación.

Resumimos en este post los principales puntos técnicos a considerar:

  1. Tipología de la vivienda

En bloques de viviendas, se instalará el punto de carga en el garaje del edificio y generalmente se sacará la energía del contador eléctrico, situado en la planta baja o en el sótano del edificio.

En viviendas unifamiliares, es posible obtener la alimentación eléctrica del punto de carga, bien del contador eléctrico o bien del cuadro eléctrico de la vivienda. Decidir de donde sacaremos la alimentación eléctrica vendrá definido principalmente por la ubicación del punto de carga, de forma que simplifique lo máximo posible la instalación eléctrica.

  • Si el punto de carga se va a ubicar cerca de la fachada de acceso, lo habitual es sacar la alimentación del contador eléctrico, que generalmente se localiza en el muro exterior.
  • Si el punto de carga se va a ubicar en el interior de la finca, es más simple obtener la alimentación del cuadro eléctrico, ya que, salvo que haya arquetas, no tener que realizar zanjas para llevar el cableado simplificará los trabajos.2. Ubicación del contador y de la plaza de garaje

2. Ubicación

La ubicación del contador y de la plaza de garaje también condicionan la forma en que se debe realizar la instalación. De los obstáculos que podemos encontrarnos, los forjados son los más complejos de salvar. Los muros también dificultan la instalación, pero suponen un problema menor. En función del recorrido que se deba realizar, se emplearán más o menos metros de cableado.

3. Preinstalación eléctrica de bandejas y calas

En algunos casos, las comunidades de vecinos realizan una preinstalación, dejando preparadas bandejas y calas, lo cual simplifica la instalación de los puntos de recarga.

En este caso, si la energía va a extraerse del contador de nuestra vivienda, los metros de cable que se deberán emplear, puede que se incrementen ligeramente, ya que deberá desviarse el recorrido para pasar por la preinstalación comunitaria. También es posible que la preinstalación permita centralizar el uso de los puntos de recarga desde el contador de la comunidad, en cuyo caso se deberá establecer un sistema para refacturar la energía consumida a cada usuario, a través de un sistema de gestión de consumos con sistema de identificación del usuario en los puntos de carga.

4. Prestaciones del punto de carga

De entre los tipos de conectores que se pueden instalar en los puntos de carga, las opciones generalizadas son las tomas Mennekes y las tomas Schuko (la toma habitual de alimentación doméstica).

  • Instalar una toma Schuko permite cargar en Modo 1 o en Modo 2, a una potencia máxima de 2,3 kW.
  • Una toma Mennekes es un tipo de toma dedicada exclusivamente para la carga del vehículo eléctrico y permite cargar en modo 3 a 3,7 kW.

Generalmente, la instalación de las tomas Schuko no está preparada para soportar elevadas intensidades de carga durante largos periodos de tiempo, como ocurre con la carga de los vehículos eléctricos, lo cual puede derivar en problemas eléctricos por sobrecalentamiento de cable. Las instalaciones con un sistema de alimentación de vehículo eléctrico (SAVE), las que presentan las tomas Mennekes, se dimensionan para soportar estas situaciones. Por otro lado, las tomas dedicadas, además de permitir cargar el vehículo más rápido, aportan mayor seguridad a la carga, ya que tienen dos bornas de comunicación entre el punto de carga y el vehículo, para asegurar tanto la instalación como el vehículo.

En bloques de viviendas, es conveniente instalar un sistema de identificación RFID que impida que otras personas se conecten a nuestro punto de carga.

5. Potencia de carga

Debe tenerse en cuenta la potencia de carga que es capaz de aceptar nuestro vehículo, para evitar sobredimensionar la instalación con más potencia de la necesaria. También es importante tener en cuenta la potencia contratada en nuestra vivienda, para evitar que se supere la potencia contratada y que eso suponga un incremento de los costes mensuales de la factura eléctrica.

Si nuestra idea es dejar el coche cargando durante toda la noche, será suficiente con instalar 3,7 kW de potencia de carga para cargar su batería. Si eso lo combinamos con una programación de carga nocturna, cuando la demanda de potencia es mínima, no se necesitará realizar ninguna modificación en el contrato eléctrico.

De la misma manera, es posible adaptar la tarifa eléctrica contratada para reducir los costes cargando por la noche. La mayoría de los vehículos eléctricos permiten programar la carga del coche para elegir en qué momentos cargar y poder aprovechar así las tarifas con discriminación horaria.

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