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Cuando hablamos de sistemas de monitorización, realmente nos estamos refiriendo a monitorización remota. Es decir, monitorización mediante sistemas telemáticos. Porque la monitorización puede no ser remota. Por ejemplo, cuando un contador mide un consumo y un operario baja todos los días al cuarto de contadores y apunta en una libreta el consumo del último día, y al final de mes o de año comprueba cómo ha evolucionado el consumo, es un sistema de monitorización. Sin embargo, es manual. Y desde luego, no es remota.

Evidentemente un sistema de monitorización que no sea remoto es más costoso que uno que lo sea, porque requiere una mayor intervención del ser humano. Por tanto, hasta hace unos años, solo se monitorizaban aquellos procesos que por su tamaño justificaban un alto gasto en recursos humanos para monitorizar. Sin embargo, el desarrollo de los sistemas de telecomunicaciones ha hecho disminuir el coste de monitorizar y ha permitido que muchos procesos puedan ser monitorizados. Si a esto añadimos la capacidad de análisis que aportan las herramientas informáticas al tratar datos, el resultado son unos sistemas de medición remota que permiten recoger y analizar datos de modo cómodo y relativamente barato.

Ventajas de los sistemas de monitorización

Podemos citar muchas ventajas, pero las agrupamos en tres:

Mejor control del consumo energético

Al monitorizar el consumo de energía, una de las opciones más rentables es tener bajo control aquellas variables por las que pagamos en la factura: energía activa, potencia y energía reactiva. Tener controladas estas tres variables, mediante sistemas de alarmas y herramientas de optimización de factura nos permitirá mantener a raya el dinero que pagamos por la energía que consumimos. Para esto, lo más aconsejable es medir el contador fiscal.

Mejor análisis de los costes energéticos

Cuando los procesos cuyos consumos deseamos medir son relativamente complejos es importante entender cuánta energía consume cada parte del proceso. Si se instalan instrumentos de medida en los circuitos (o equipos) en cuestión podremos tener una contabilidad de costes con el detalle que necesitemos. Además, algunas herramientas incluyen funcionalidades de análisis muy potentes que permiten sacar conclusiones a partir de una gran cantidad de datos.

Mejor entendimiento de las implicaciones ambientales de nuestras instalaciones

Cada vez es más común que las organizaciones se preocupen por el impacto ambiental que su actividad produce en el medio ambiente. Un sistema que monitorice consumos energéticos y los segmente debidamente (por uso, por zona geográfica o por cualquier otro criterio relevante) permite entender el impacto ambiental de cada parte de la actividad. Además, permitirá la creación de indicadores de desempeño energético de fácil seguimiento, muy útil para los sistemas ISO 50.001.
Las ventajas de implantar un sistema de monitorización remota de energía parecen claras, pero la clave no es esa, sino entender qué tipo de sistema es más adecuado para cada consumidor y cuál es el retorno que se conseguirá en cada caso. Tal retorno puede ser puramente económico (ya sea por reducción de costes de energía o del personal que gestiona la energía) o puede consistir en conseguir más información o de mejor calidad sobre nuestro consumo de energía. Así pues debemos entender bien qué utilidad buscamos de un sistema de monitorización antes de invertir.
 

Para saber más acerca de las ventajas que los sistemas de monitorización pueden aportar a tu empresa no te pierdas el webinar «Gestión energética en empresas multipunto«.

 

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