La Intensidad Energética Global (cantidad de energía utilizada por cada unidad de PIB) mejora en un 1,8% durante 2015, pero no llega al deseado 2,6%. Se supera sin embargo la mejora del 1,5% acaecida en 2014.
La mejora de la eficiencia energética hace caer la intensidad y la demanda energética mundial. Los niveles de eficiencia energética en los países de la AIE han mejorado, de media, un 1,4% entre 2000 y 2015.
Las inversiones totales en eficiencia energética rondaron los 200 mil millones de euros en 2015, un 6% más que en 2014, según los datos de la AEI.
China lidera la mejora en intensidad energética con una bajada del 6%. Aunque el crecimiento económico del gigante asiático alcanzó el 6,9% durante 2015, su demanda energética sólo creció un 0,9%. Esta mejora del 6% de la intensidad energética acelera la tendencia positiva experimentada en China en los años anteriores, cuando los porcentajes habían alcanzado el 3,5%.
El crecimiento de políticas obligatorias de eficiencia energética está teniendo un impacto visible en la demanda energética mundial. Por ejemplo, los ahorros globales conseguidos en consumo de petróleo gracias a las normativas que regulan los vehículos ligeros ascienden a 2,3 millones de barriles al día en 2015. Esto equivale a casi el 2,5% del consumo mundial de petróleo.
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