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Los puntos de suministro eléctrico en España cuentan con un contador que mide el consumo que, generalmente, es propiedad de las compañías distribuidoras de electricidad. Las medidas que recoge el contador fiscal son las válidas para facturar. Por tanto, tenerlo controlado nos ayudará a tener controlada nuestra factura.
Todos los contadores deben estar homologados para asegurar que cumplen ciertos requisitos de calidad y fiabilidad. Según el modelo, un contador puede medir más o menos variables, pero todos pueden medir, al menos, las siguientes:

  • energía activa: mide cuánto se consume y a qué horas, de modo que puedan aplicarse los precios correspondientes en cada hora del día.
  • potencia: en tarifas de acceso 3.0A o superiores el consumo de potencia es una variable esencial para calcular el coste de la factura.
  • energía reactiva, que si no se mantiene controlada provocará penalizaciones en la factura.
  • algunos eventos, para determinar la calidad del suministro, por si hubiera lugar a indemnizaciones.

Un sistema que nos permita recoger constantemente las medidas que va recogiendo el contador es, por tanto, un buen sistema para entender si la factura eléctrica es todo lo óptima que podría ser.
Existen herramientas que, de modo automático, recogen tales datos, los analizan, calculan una factura simulada y determinan cuál es el valor óptimo de la factura. Además, es posible establecer alarmas que nos avisen cuando existen picos de potencia, consumos anormales o si la energía reactiva se ha descontrolado por cualquier motivo. Esto permite reaccionar a tiempo para tomar las acciones correctoras oportunas.
Otra utilidad de monitorizar el contador fiscal es que permite conocer la curva de carga de un modo rápido y cómodo, lo cual permite entender perfectamente el consumo y aplicar políticas de ahorro o correcciones en los programas de consumo para evitar costes de desvíos.
Estos sistemas son especialmente útiles para organizaciones con muchos puntos de consumo porque facilita enormemente el control de las facturas además de poder comparar entre sí el consumo de suministros similares.
Llegados a este punto, una pregunta esencial es cómo telemedir el contador. Existen tres posibilidades:

  • La gran mayoría de los puntos de suministro con tarifa 6.1A o superior cuentan con contadores con capacidad de hacer telemedida. Es decir, el contador lleva incorporado un módem que envía los datos de medida adonde se desee. En este caso bastaría con conectarse al contador mediante el puerto de enlace dispuesto para ello.
  • Los puntos de suministro con tarifas de acceso 3.0A o 3.1A normalmente tienen contadores digitales, pero sin capacidad de enviar o recibir datos, lo cual obliga a un operario a ir a leer regularmente para conocer el consumo realizado. En estos casos podríamos instalar un módem que, mediante una tarjeta SIM, envíe los datos.
  • La tercera posibilidad es sustituir el contador directamente por otro que ya incorpore la capacidad de enviar y recibir datos.

Hay que señalar que monitorizar el contador proporciona menos información que un sistema de submedida (que nos permitiría segmentar consumos aguas abajo), pero el coste es mucho menor y es más útil para optimizar la factura eléctrica.

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